Álvaro Navas | Esdrújula | 438 Págs | Ficción | Tapa blanda | 20'00€ | Comprar aquí |
Ainara es una profesora de origen árabe que vive y trabaja en Madrid. Su amor por la enseñanza y el cariño de los alumnos son las mayores satisfacciones de su día a día, junto con una vida independiente y la fidelidad a sus aficiones. No obstante, una tarde tormentosa de mayo algo sucede que acabará calando profundamente en la mente de la joven: una nota en su buzón cuyo malicioso mensaje suscita de entrada desasosiego y dolor: «no eres quien crees ser». Ainara, dando por hecho en un principio que se trata de algún alumno resentido, obvia el detalle hasta que una serie de acontecimientos, cada vez más siniestros, la hacen cambiar de opinión. Así se inicia un juego macabro que la hace dudar sucesivamente de su identidad, de su pasado y, sobre todo, de lo que le depara el futuro.
Ainara es como cualquier otra profesora de Madrid. En sus ratos libres le gusta ir a bailar. Un día, se encuentra una nota con un mensaje siniestro que le traerá los fantasmas del pasado y la pregunta para la que ni siquiera ella tiene respuesta .... ¿Quién es en realidad Ainara?
Primero, quería agradecer al autor por la confianza.
Empecé el libro con grandes ilusiones ya que la sinopsis me había intrigado. Es verdad, que los primeros capítulos son los más lentos ya que no pasa mucha acción y solo vemos el día a día de la protagonista.
Pero a medida que va avanzando el libro, los sucesos pasan uno detrás de otro lo que provoca que no puedas parar de leer.
Pero a medida que va avanzando el libro, los sucesos pasan uno detrás de otro lo que provoca que no puedas parar de leer.
Esta narrado desde tercera persona, podemos ver la gran utilización de metáforas para agilizar la lectura.
El libro está dividido en trece partes, divididas todas ellas por una frase del Corán. . A parte de eso, el vocabulario que utiliza el autor es el que encontraríamos en cualquier conversación que se realiza en Madrid entre dos personas corrientes, con sus abreviaturas y dichos, incluido algunos laísmos.
En cuanto a los personajes, nos encontramos a Ainara, la protagonista, con la que al principio no he empezado con buen pie y sin embargo me ha acabado encantando. La he visto un personaje muy fuerte con un inmenso espíritu de superación. Una cosa que me ha fascinado de ella ha sido como se relaciona con las personas a las que quiere, se nota que es un personaje muy cercano. También me ha gustado que sea árabe, ya que normalmente pocos se atreven a cambiar el estereotipo de chica inglesa perfecta. Por otro lado, tenemos a Sean, un chico irlandés que consigue enamorar el corazón de Ainara y también ha conseguido enamorar el mío. Me ha parecido un personaje muy dulce y carismático. La manera en la que habla de Ainara o piensa en ella se nota que nunca le haría daño.
Por último, el personaje que más me ha gustado, ha sido Esther, la mejor amiga de la protagonista. Creo que podría defirnirla como la amiga loca, o esa es la impresión que a mi me ha causado. Ha demostrado a lo largo de todo el libro que la amistad puede superar a los miedos, una lección muy bonita que a lo largo del libro se va tratando.
Un aspecto que sucede en la historia y que no se llega a profundizar mucho es la historia de amor entre Ainara y Sean. Algo que por un lado me ha dejado con ganas de saber más de la parejita, pero por otro lado comprendo, ya que la trama no se centraba solo en su romance.
Me ha causado cierta gracia, el paseo turístico que el autor nos hace de Madrid a lo largo de la trama, es decir, cita cada una de las calles por las que los protagonistas pasean. Habiendo ido solo una vez a esa preciosa e inmensa ciudad, a través de la historia, he podido volver a sentirme como si yo fuera la que paseaba por esas calles llenas de gente.
El final ha sido una de las mejores cosas del libro. En mi cabeza ya me había montado, más o menos, como creía que acababa, pero a medida que iban pasando los últimos capítulos me iba dando cuenta de que estaba totalmente equivocada. Sin duda, es el final adecuado para esta historia ya que te deja sin palabras.
Resumiendo, podría decir que La mujer tras el velo ha resultado ser una gran lectura con la que he pasado grandes momentos, sintiéndome una habitante de Madrid, mientras a mi alrededor una serie de grandes misterios y preguntas se iban sucediendo.
Un aspecto que sucede en la historia y que no se llega a profundizar mucho es la historia de amor entre Ainara y Sean. Algo que por un lado me ha dejado con ganas de saber más de la parejita, pero por otro lado comprendo, ya que la trama no se centraba solo en su romance.
Me ha causado cierta gracia, el paseo turístico que el autor nos hace de Madrid a lo largo de la trama, es decir, cita cada una de las calles por las que los protagonistas pasean. Habiendo ido solo una vez a esa preciosa e inmensa ciudad, a través de la historia, he podido volver a sentirme como si yo fuera la que paseaba por esas calles llenas de gente.
El final ha sido una de las mejores cosas del libro. En mi cabeza ya me había montado, más o menos, como creía que acababa, pero a medida que iban pasando los últimos capítulos me iba dando cuenta de que estaba totalmente equivocada. Sin duda, es el final adecuado para esta historia ya que te deja sin palabras.
Resumiendo, podría decir que La mujer tras el velo ha resultado ser una gran lectura con la que he pasado grandes momentos, sintiéndome una habitante de Madrid, mientras a mi alrededor una serie de grandes misterios y preguntas se iban sucediendo.
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