Mientras Harry espera impaciente en casa de sus insoportables tíos el inicio del segundo curso del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, un elfo aparece en su habitación y le advierte de que una amenaza mortal se cierne sobre la escuela. Harry no se lo piensa dos veces y, acompañado de Ron, se dirige a Hogwarts en un coche volador. Allí, Harry oye extraños susurros en los pasillos desiertos y, de pronto... los ataques comienzan. La siniestra predicción del elfo parece hacerse realidad.
Después de un largo verano con sus tíos, el segundo año en Hogwarts de Harry empieza. Todo apuntaba a que sería un año más tranquilo que el anterior, pero los susurros se hacen presentes y con ellos la aparición de alumnos de Hogwarts en unos estados muy sospechosos. Harry tendrá que llegar al fondo del misterio junto a Ron y Hermione antes de que alguien acabe muriendo...
El primer libro de la saga me encantó así que tenía unas ganas terribles de empezar la siguiente parte. Es verdad que me daba un poco de miedo que me acabase decepcionando, pero ha sido todo lo contrario, puedo asegurar que este segundo libro me ha gustado más que el primero. La trama te atrapa nada más empezar a leer y consigue que no puedas parar hasta la última página.
Lo que más me ha sorprendido es que a pesar de haber descubierto muchísimas cosas sobre este mundo mágico en el anterior libro, en éste aun he descubierto muchas más y sé que en los siguientes, aun habrán cosas por descubrir.
La pluma de la autora es increíble, sin duda me enamoró desde que empecé esta aventura. Aunque me lo esté leyendo en inglés, consigo entenderlo todo y creo que puedo incluso disfrutar más de la historia que si me lo estuviese leyendo en castellano (si, soy partidaria de leer, ver y oír todo en su versión original). En ningún momento he notado que la trama se hiciera pesada ni tediosa, al contrario, a medida que los misterios se iban desvelando unos de nuevos aparecían y te volvían a enganchar.
En cuanto a los personajes, me han encantado todos. Empezando por Harry, que me ha conseguido enamorar aun más. Poco a poco, lo estoy viendo madurar y eso me gusta muchísimo. Su historia es como un puzzle, las piezas van encajando y todo va teniendo sentido y aunque no se haya acabado de completar, cada vez va viéndose todo con más claridad.
Ron, sigue siendo un niño muy dulce que lo único que causa es una ternura increíble. La manera en la que conecto con él es simplemente maravillosa. He descubierto que le tiene pánico a las arañas, cosa que me ha recordado a mí, ya que yo le tengo un miedo tremendo.
Hermione ha hecho un gran cambio respecto al libro anterior. Ha pasado de ser una niña algo repelente a ser un amor. Sin duda se ha convertido en mi favorita. Creo que es un personaje que tiene muchísimo que aportar en las siguientes entregas.
Dobby ha sido un nuevo personaje que ha aparecido en la trama y por lo que tengo entendido sale a lo largo de las siguientes. No puedo decir nada más salvo que quiero un Dobby en mi vida.
Hacia el final del libro aparece Tom Riddle... y la verdad es que la historia de este personaje me ha dejado de piedra...
Por último destacar a McGonagall. Aunque no es un personaje crucial en la historia y no aparece en muchas ocasiones, es un personaje que me encanta.
Reconozco que después de leer este impresionante final me he quedado sin palabras... no me esperaba nada de lo que ha pasado. Ha llegado incluso un punto en el que dudaba si todo lo que estaba leyendo era cierto o no lo estaba entendiendo bien. De verdad que puedo decir que el final ha conseguido que mi cabeza estallara. Sin duda Rowling sabe como hacer para dejarte con la intriga y querer leerte la continuación.
Solo puedo decir que ha sido una sorpresa de lo más agradable ver que la saga no decaía en esta segunda entrega y que por mucho que pasen las páginas la intriga y las ansias de aventura no abandonan esta increíble y mágica historia..
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