Reseña: Harry Potter y el prisionero de Azkaban - J.K. Rowling

J.K. Rowling| Salamandra | 360 Págs | Fantasía | Tapa blanda | 18'00€ | Comprar aquí |

Por la cicatriz que lleva en la frente, sabemos que Harry Potter no es un niño como los demás, sino el héroe que venció a lord Voldemort, el mago más temible y maligno de todos los tiempos y culpable de la muerte de los padres de Harry. Desde entonces, Harry no tiene más remedio que vivir con sus pesados tíos y su insoportable primo Dudley, todos ellos muggles, o sea, personas no magas, que desprecian a su sobrino debido a sus poderes.

El tercer año de Harry Potter en Hogwarts debería ser un año más tranquilo que los dos anteriores. Pero el escape de un prisionero de Azkaban relacionado con el pasado de Harry, supondrá un nuevo misterio que resolver y volverá a poner la vida del pequeño Potter en peligro... ¿logrará superar su tercer año?

Sin duda, a la mayoría de gente que se ha leído la saga de Harry Potter y con la que he estado hablando este ha sido uno de sus libros favoritos de todos. Antes de empezar a leerlo ya me avisaron que aquí aparecerían personajes que resultarían cruciales para próximas entregas de la saga, y por esa misma razón estuve muy atenta a todo aquel personaje que no había sido nombrado anteriormente. 

Durante todo el libro, además de nuevos personajes también tenemos nuevas criaturas mágicas que no habían aparecido anteriormente. Nos encontramos con hipogrifos, que son criaturas mitad grifo y mitad caballo, no puedo decir otra cosa que no sea que me voy a pedir uno para Navidad. Una criatura que aparece y comporta una figura muy importante en la trama son los dementores que son criaturas enormes cubiertas por una capa de color negro, estos se alimentan de los recuerdos felices y tan solo dejan tristeza.

La trama ha sido espectacular, me ha mantenido enganchada en todo momento. Tenía un gusanillo dentro de mí que pensaba que me iba a decepcionar debido a que no tenía claro que la autora podría mantener el nivel de la saga durante tantas entregas, por suerte, no ha sido así y he podido disfrutar de un gran libro con giros totalmente inesperados.

Los personajes han sido uno de los puntos fuertes de esta tercera parte de la saga. Harry, sigue madurando en cada libro que pasa y mantiene ese afán de hacer lo correcto y descubrir toda la verdad de su pasado. La relación que mantiene con Ron y Hermione me encanta, parecen una pequeña familia.

Ron sigue igual que en entregas anteriores, aun así nunca dejará de sorprenderme con su forma de ser tan natural y espontánea. 

Hermione, creo que se ha dejado ver poco en esta tercera parte, tan solo la he notado como un personaje principal a partir de la segunda mitad del libro, sin embargo, creo que sus actuaciones son imprescindibles para el desenlace. 

Hagrid aparece como nuevo profesor, algo que me ha gustado muchísimo pues lo hemos podido ver más a lo largo del libro. Creo que su manera de ser es muy adorable sobretodo cuando se trata de sus mascotas o de la manera en la que trata a Harry y a sus amigos. 

Un nuevo profesor ha sido Remus Lupin, quien ha tenido un papel crucial para el desarrollo del personaje de Harry y de lo que se descubre al final de la trama. Me ha resultado una sorpresa lo mucho que me ha gustado este personaje.

Otro personaje que ha sabido enamorarme ha sido Sirius Black, que sin más palabras podría decir que necesito más de él en los próximos libros de la saga.

Por último hacer mención a Dobby, que es la cosa más adorable y dulce que he conocido en este mundo de fantasía.

El final ha sido sorprendente. No me esperaba nada de lo que ha sucedido, los hechos han dado un giro completo y la trama se ha convertido en algo completamente distinto a lo que me esperaba.  Sin duda es el mejor final de los tres libros que llevo leídos de esta magnífica saga.

Con este final semi-abierto que Rowlung nos ha dejado, sin duda tengo muchísimas ganas de leer la continuación para seguir descubriendo donde nos llevará la próxima aventura de Harry Potter...